Esta receta tiene como protagonista una especia realmente preciada, el ajo. Si queréis información sobre sus propiedades consultar la página de Especias.
TIEMPO DE ELABORACIÓN: 1h 20 min
GRADO DE DIFICULTAD: Media
Esta va para 4 comensales!
Ingredientes: 1 pollo cortado en octavos, 8 langostinos frescos, 1 cebolla grande, 3 dientes de ajo, 2 tomates medianos maduros, 1 cucharada sopera de almendras picadas tostadas, 1 costrón de pan, 2 ramitas de perejil, 1 vaso grande de vino blanco, 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta.
Para combinar: Si no te importa dedicarle un poco más de tiempo, añade al sofrito unas setas (rossinyol o Cantharellus cibarius) y unas avellanas a la picada y verás que pasa de ser un planto buenísimo a estar espectacular! :)
Y ¿cómo se hace?: Pon en una cazuela el aceite a calentar y fríe en él los langostinos sólo un par de minutillos. Apártalos. En el mismo aceite, introduce el pollo salpimentado y ves dándole la vuelta hasta que se dore bien. Retíralo y déjalo reservado.
Pela la cebolla y 2 dientes de ajo y pícalos bien. Sofríelos en la misma cazuela durante 10 minutos y, pasado ese tiempo, añade los tomates rallados y déjalo, removiendo de vez en cuando, durante 15 minutos más. Verás que el sofrite oscurece.
Pon de nuevo el pollo en la cazuela y rocíalo con el vino y déjalo cocer durante 30 o 35 minutos. Transcurridos esos minutos, agrega los langostinos, añade medio vaso de agua y deja cocer 10 minutos más.
Para finalizar, tritura en el mortero el diente de ajo restante, las almendras, las ramitas de perejil, una pizca de sal y pimienta y un chorrito de agua. Añádelo a la cazuela y déjalo cocer 5 minutos más.
Listo para servir.
A mí personalmente me gusta hacerlo un día antes porque se impregna más del sabor y está aún más rico.
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